16.11.10

Ámsterdam, Amstel-Dam, Ciudad del Caos.

Sí, señoras y señores. He estado en Ámsterdam.
Y no, no voy a hablaros de drogas ni de prostitutas. Para información de gente indecente preguntarle a la qe me lleva a todos los lados, porqe a mí no me llevó al Barrio Rojo.
Y es qe Ámsterdam es mucho más qe drogas y escaparates con jóvenes y no tan jóvenes semidesnudas. Fue una importante ciudad en la IIGM, de ahí qe fuera el hogar y posterior refugio de la joven Anne Frank. (Recomiendo la visita al Anexo Secreto.) También fue donde Rembrandt pintó su famosa Lección de Anatomía, la ciudad qe alberga la mayor colección del gran Van Gogh y la tierra de los tulipanes (qe crecen en abril-mayo, por lo qe solo los he visto en postales).

Os cuento el viaje. La aventura comenzó el viernes a las 5:00 am. Como somos gente humilde, gastamos lo mínimo posible, asíqe en lugar de coger un tren directo desde Entschede (la ciudad holandesa a la qe podemos ir con nuestro amado Semesterticket), fuimos a Düsseldorf (la de verdad, no la del aeropuerto barato) y allí cogimos un autobús qe venía desde qién sabe donde y qe olía a chotuno hacia Ámsterdam.


Aquí salgo con mi amiga Rosa, auténtica cordobesa
Llegamos a mediodía a la ya conocida ciudad del caos. Y fuimos a dejar las cosas a nuestro hostal. Sé qe al pronunciar estas palabras a muchos de vosotros os habrá venido a la cabeza un sitio infernal, infestado de bichos o lleno de gente extraña. ¡Pues no! Dormimos en un barco, sí, sí, un barco hecho hostal. Es genial. Si algún visitante qiere qe le lleve a Ámsterdam espero qe qiera dormir allí.


La ciudad merece ser explicada en condiciones, pero me siento ¿orgullosa? de poder afirmar qe el primer sitio qe visité fue una biblioteca, al día siguiente, nos unimos a un tour kontenlos por la ciudad a cargo de un argentino gracioso y fue estupendo. Como ya digo, de las noches holandesas es mejor no hablar, es la ciudad del caos y de los vicios.
El título de la Ciudad del Caos se lo ha ganado a base de unir turistas qe no ven mucho (en su mayoría españoles, ¿por qé será?), un idioma mezcla del inglés y del alemán, bicis, tranvías y coches todo en el mismo sitio.

Los canales qe recorren toda la ciudad hacen qe uno crea qe está siempre en el mismo sitio, pero lo cierto es qe conseguimos manejarnos bastante bien allí; soy una oveja con buena orientación y es fácil llegar de un sitio a otro.




Me llevaron a un mercado de boniticidades y antigüedades. Es estupendo ver cómo los tesoros ocultos durante años en armarios salen a la luz con todo su brillo. 




Como anécdota final, he de decir, qe mi funda no ha impedido qe me lesionara. Ahora me toca recuperarme. Le diré a mi amiga qe me deje su gran compañero, el Trombocid.

Con mi amigo David, el artista, visiten: http://kafkaviajabaenboligrafo.blogspot.com/


5.11.10

Köln=Colonia

Y más viajes.
El fin de semana pasado, el sábado, decidieron llevarme a Köln. Köln es la ciudad más poblada de la región en la qe me encuentro viviendo. Pero eso no qita para qe tenga una belleza bastante curiosa. Como oveja educada qe soy, me he sentido muy halagada al ver dos aspectos de mis conocimientos del instituto de enseñanza pastoril:


Cuando uno estudia los ríos de Europa, aparte del Ural y el Danubio (véase apuntes de Don Bollo) estudia el río Rin. Pues efectivamente, pasa por Köln, como os dije, esta región se llama Renania del Norte-Westfalia, y he de explicaros qe lo de "Renania" viene de Rin, en alemán Rhein. Es un río enorme, caudaloso. Lo atraviesan diversos puentes, el más bello es por el qe pasa el tren (viva el Semesterticket de mi amiga con el qe me lleva a todos estos sitios en tren), ya qe tiene en su barandilla incontables candados de parejas qe creen en el Liebe.


Por otro lado, están los conocimientos artísticos. Así, como claro Beispiel del Gótico alemán tenemos la catedral. Hace qe servidora vuelva a creer en la grandeza de la fe. De algo sirvieron tantos años oprimiendo a las ovejas del mundo. Subimos a lo alto, menos mal qe a mi me llevaban en la mochila, porqe con estas patitas no sé cómo podría haber subido esas 336 escaleras para llegar a los 100 metros de altitud. Las vistas merecen el esfuerzo. En la foto os muestro el momento, al final del día, en el qe mi qerido Sol decidió comenzar a brillar. Die Sonne scheint.

Viaje a Dortmund

Me mueven mucho, no paro, autobuses, trenes, bici...¡ay señó! Me han llevado a Dortmund, es una ciudad bastante grande, pero si qeréis qe os diga la verdad, no me parece muy bonita, no tiene encanto, ni tantos lugares donde poder pastar. Pero la visita era necesaria por tres motivos:

1-Qerían ir a Decathlon (¿se pueden decir marcas aqí?). Se qejan mucho del frío de aqí, claro, como no tienen lana qe les recubra creo qe lo pasan un poco mal. Yo también lo pasaría mal sino fuera por mi funda, porqe mi suave lana mojada  debe de ser muy incómoda.

2-Fueron a Ikea. Mi amiga ya había ido al Ikea de Osnabrück, pero me dejó en casa (maldita despistada), así qe, mientras los españoles se hacían con todos los cubos de fregona qe había en la tienda (por cierto, estaban fabricados en España, creo qe los 7€ qe costaban son de: fabricación en España, traslado a Suecia y después traslado a Alemania), esta chica se hartó a chocolates y demás bebidas gratis de la firma con su tarjeta de Ikea Family.

3-En Dortmund vive una amiga suya (Cristina). Luego casi qe ni la vió ni nada, pero pude ver una lagrimilla asomando cuando se encontraron en la estación por casualidad. ¡Qé romántico!


En esa ciudad hay poco qe ver, pero es gracioso ver cómo llenan todo de imágenes futbolísticas del año de la hierba, cuando ganaron algo. Muchas referencias al Borusia de Dortmund.

Es una ciudad muy cosmopolita, como Bcn (Frases de 0.60), y está llena de edificios altos, de tiendas, de ajetreo, de carreteras largas...Vagando por la ciudad, me encontré con unos amigos, dicen qe los alemanes son muy rígidos, duros de pelar, pero no estoy de acuerdo del todo, estos son bastante enrollados, comen en multinacionales de comida rápida, no pueden ser mala gente...

Me dejaron un rato a mi aire, qe corriera un poco, encontré un barco e hice un fuerte, yo soy el capitán, mis amigos no qisieron subirse, no puedo entenderlo...un chiqillo alemán salió corriendo al verme, no me extraña, sé qe a veces asusta mi pelo enmarañado y mi mirada feroz, pero soy buena, lo sabéis.

4.11.10

La Feria

Después de los días de Sol llegó la Feria.


La Feria con sus luces y colores, con sus puestos típicos qe se resumen en:
-Vino caliente con especias. La loca de mi acompañante lo probó, es decir, se tomó una taza y me contaba (efectos del vino esto de hablar con animales inertes) qe era demasiado grande la taza, pero qe estaba rico :)
-Crèpes con Nutella o After Eight. Este es el país de la Nutella, venden botes enormes qe hacen qe mi amiga nunca pueda comprarlo por miedo a comerse un bote de medio kg sola.
-Puestos de frutas bañadas en chocolate, Bretzels y típicos corazones bávaros qe se regalan a la amada con un "Ich liebe dich" escrito.

Los cacharritos, atracciones o carruseles son los mismos qe en cualqier feria de cualqier parte del mundo, no podía montarme en ninguno por eso del tamaño, pero soy poco de pagar para sufrir así qe sin problema.
La noria, la tómbola (la tómbola qe vino a esta feria se llamaba "Glückshaus", creo qe será como se dice tómbola en alemán, pues me han dicho qe significa "casa de la suerte") y los coches de choqe... He descubierto algo insólito, ahí va: en Alemania también hay canis, se llaman "Proll" y se tiñen de moreno, en lugar de rubio, y llevan oros.
La Feria, como era de esperar, no tenía casetas, ni farolillos. Estamos en Alemania, hace tiempo qe dejé Andalucía atrás, por mucho qe me pese. Así qe, pasamos un frío del carajo, dimos vueltas, nos calentamos con las comidas de allí y vimos cómo se montaban en la más vomitante de las atracciones unos amigos.

La vida en Münster en Octubre.

En Münster soy muy feliz. Tengo todo lo qe una oveja podría desear...verde, verde y más verde. En mi vida había visto tanta hierba, césped natural -qe no pincha,- árboles frondosos, de mil colores y un enorme lago para beber. Bueno, al Aasee (el lago) también puedo ir a ver al cisne blanco del qe se enamoró el cisne negro, es una larga historia, qe ya os la contaré otro día.
Al principio pensaba qe tanto verde no podía ser real, pero ahora, con el paso de los días y el avance del otoño me doy cuenta de cómo funciona esto: Alemania es frondosa debido a la cantidad de precipitaciones, no hay más misterio. Pude disfrutar en el lago de un par de domingos, (un domingo y un sábado en realidad, pero los domingos son más pastoriles.) Allí conocí a mucha gente, a más españoles, a un par de ingleses, la vida de la ciudad se traslada allí los días de Sol; entiéndase "se trasladaba y se trasladará", ya no hay días de Sol.
Creo qe ya sabéis qe la vida en esta ciudad se mueve a dos ruedas, así qe aqí estoy yo en la bici en la qe me llevan siempre.

De Sevilla a Alemania

En Sevilla, como digo, estuve una tarde. Esperábamos para coger un avión. Yo lo intuía, imaginaba qe algo importante iba a suceder, pues esta chica no se comportaba como habitualmente, estaba nerviosa, pero no asustada; contenta, tanto, qe no era capaz de mostrar pena al separarse de su hermana.
Apartando la nostalgia a un lado, fuimos al aeropuerto, donde debíamos encontrarnos con los demás traductores cordobeses para irnos todos juntos, volábamos con Ryanair, y todo fue a la perfección. El avión despegó sus alas, surcó los cielos europeos y llegó -a tiempo- a Weeze. Es lo qe tienen las compañías baratas, qe no siempre llegan a donde uno cree. Así qe de Weeze, cogimos un extraño bus-furgoneta qe nos llevó hasta Duisburg. (Es posible qe Duisburg os suene debido a qe ahí se celebró la última y fatídica edición del LoveParade) Yo no estaba muy asustada, a pesar de qe era de noche, mi joven amiga me transmitía esa tranqilidad qe la caracteriza, confianza plena en la bondad humana. Esperamos varias horas en aqella estación de tren, y nos dirigimos, finalmente hasta mi actual ciudad de residencia: Münster. En Münster, pasamos un rato largo en la estación. De ahí he aprendido varias cosas:
-En Alemania se trabaja mucho. Desde muy temprano.
-Los lacitos qe salían en los Simpsons, se llaman Bretzel y los hay de mil clases.
-El café en Alemania se pone al gusto de la madre de esta chica, pues las primeras veces qe lo tomó siempre decía qe su madre se pondría contenta cuando fuera, ya qe le gusta el café hirviendo.
-La Polizei es comprensiva, nos dejaron yacer en la estación -yo no hacía nada, pero los qe me han traído hasta aqí dormitaban y ocupaban un espacio excesivo con sus miles de maletas.-


Y luego llegué a mi actual hogar, mi nueva habitación. Es bastante amplia, ancha, con un enorme ventanal qe me deja ver los cambios de las estaciones en los árboles (véase foto de perfil) y una grúa qe se pasa el día girando.

El principio del comienzo

La vida me ha traído hasta aqí. ¡Qé cosas! Yo estaba tan felizmente pastando en unos prados bastante lejanos y, suddenly, me montaron en un autobús, después en un avión, después en un tren y he aparecido en Münster, ciudad de Renania del Norte-Westfalia, Alemania. ¿Quién me lo iba a decir?
En verdad nadie. Soy una oveja de juguete, de coleccionista, de ensueño, lo qe usted prefiera. Nunca he pastado en ningún lugar lejano, pero sí he conocido otros sitios. El destino qiso qe acabara en las manos de una jovencita qe se pasa el día llevándome consigo de aqí para allá en una funda de plástico para qe mi color natural no se estropee.
Qiero comenzar mi historia desde el principio, bueno, desde qe caí en manos de esta joven.


Todo empezó un jueves. Ella celebraba algo en su casa, puede qe su despedida, puede qe su envejecimiento inevitable con el paso de los años. El caso, es qe yo estaba en una cajita, felizmente durmiendo, con unas fotos de gnomos viajeros y María, la culpable de todo esto, me entregó a mi actual poseedora (no qiero llamarla mi dueña, qe suena muy a Camarón).
Así qe, a los pocos días y siguiendo la merced de esta chica, me monté en un autobús destino a Sevilla.



...y así fue como empezó todo.