16.1.11

Typisch Weinachtsferien

Me he acostumbrado a escribir desde Münster, es raro, pero aunqe esta entrada verse sobre las vacaciones en España, prefería escribirla desde aqí, para así haberlas acabado.

Pues sí, señores. Desde el 16 de diciembre hasta el pasado día 5 he estado en diversos puntos de nuestra adorada península, todos ellos a más de 3ºC permanentemente, contando con unos 17ºC de media.



Sé qe recordáis ese mantel-ule.

Así, he pasado una noche en Córdoba, viendo a amistades allá perdidas, gente especial, aunqe me faltaron muchos, pero es lo qe pasa teniendo tan sólo una noche para visitar La llana.
 La ciudad sigue como siempre, llena de sol, de voces apasionadas de andaluces, de encuentros por sorpresa, de bares con encanto.


Tras la visita fugaz y el papeleo arreglado, me monté en un maravilloso López, feliz empresa qe se dedica a unir estas dos comunidades autónomas rurales, y comencé camino hacia Badajoz, y tras muchas horas llegué a mi hogar por antonomasia.


Allá estaban algunos hermanos, qe me han recibido con gloria y coronas de olivo (no me gusta el laurel, ¿vale?) así como progenitores y amigos varios.
Paseo con María, la culpable de qe me halle en Münster



Toda la ciudad parece más buena en Navidad -como todo- así qe hasta un árbol navideño antiecológico en la plaza de España iluminaba nuestra catedral estilo lusiberiano dándole un toqe mágico; la experiencia de girar bajo el "árbol" con las luces es bastante recomendable. (El escudo proyectado sobre la catedral...indescriptible artísticamente).

Calle de las flores.



 Tras unos días en la ciudad, viajamos con la familia a Guadalupe (un pueblo cacereño con un monasterio bastante apañao y con la mejor morcilla del mundo, según se oye y se comenta).


Allí nos encontramos con más familia, abuelos, primos y tíos varios, la zambomba, el vino de pitarra, el cancionero de villancicos de Guadalupe, gambas, langostinos, lomo, hamón... bah, alegrías navideñas en general.
Tras esto, y como es tradición, tocaba ir a coger aceitunas, aceite puro y propio, oro líquido en nuestras manos. 


El Cerro San Juan
Encuentros con la naturaleza, el campo, Las Trebolosas, los perros, el camino empedrado (qe no es qe esté allanado con piedras, sino más bien lo contrario), el merendón qe viene y qe se va...águilas sobrevolándonos, y mires a donde mires, sólo campo.


Encontré a mis hermanas
Nochevieja, sucesos repentinos, visitas a lugares a los qe sólo habría qe ir una vez y día y medio en Madrid.

 Y como se fue vino. 


-Inciso final: qizá parezca esta entrada o muy llena o muy desordenada, demasiadas fotos y falta de conocimientos sobre la página, disculpen.-

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